
A veces viene hasta a mí una sensación familiar, tan mía como de cualquiera, pero a la cual siento más propia que mi vida.
Siento VACÍO.
Pienso en las cosas que hablamos, las que juramos, las que prometimos cumplir y el corazón se me sale del pecho, queriendo ir a donde sea que estés; es ahí cuando al mismo tiempo siento que todo se me termina.
No sé si creer o no creer, y eso me vuelve loca.
A veces siento que somos soñadores, y demasiado soñadores para decir las cosas que decimos. A veces pienso que volamos demasiado alto para lo que somos. Estamos demasiado lejos para poder cumplir las promesas y los sueños.
La sensación que me invade la sentí muchas veces, y aunque ya sé lo que se siente estar así, reniego de la situación y muero por dentro.
Todavía recuerdo aquella vez que pudimos vernos y es como si hubiera sido ayer... tan aniñados... casi enamorados de todo.
No sé si seguirá todo eso... pasó mucho tiempo y eso me entristece.
A veces pareciera ser que todo sigue igual... las mismas ganas de vernos siguen ahí, pero ¿qué tan cierto o tan verdadero será?
Creo que fue un error seguir teniendo la misma ilusión de aquella vez... hasta hoy.
Lo que dejamos pendiente ya no creo que siga vigente... Y tanto luchamos por aquello que hoy simplemente no es NADA.
¿Qué puedo hacer? Ya no quiero seguir soñando que voy a verte... Pero es complicado.
Todo se termina, de hecho, creímos que sería eterno. Así que solo nos resta el buen recuerdo de aquella vez que todo brillaba por nosotros. El mundo fue nuestro, un ratito... todo estaba en perfecta sincronía por nosotros... todo fue para nosotros. Sólo eso me hace sentir por momentos feliz.
Fui todo, y fuiste todo. Fuimos todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario