8 de abril de 2011


Sí, lo sé. De todos modos en casos como este no hay vuelta atrás ni hay una solución inmediata. Nunca debió haber pasado tal episodio, porque ése fue el factor desencadenante de toda esta jugarreta. Por lo menos agradezco haber sido FELIZ un par de días. Y más allá de saber lo que realmente pasaba, fue un grave error mío haber creío que podía cambiar. En fin, creo estar acostumbrádome a todo esto, no es nada nuevo para mí. Pero es feo ser optimisa y ver que siendo pesimista la pasás mejor. Por lo pronto me voy a ir olvidando lo todo eso que pasaba, y va a ser inevitable no sentirme vacía. Es lo que hay. Ahora sí que no hay solucion. Lo tan temido saltó el alambrado y acá está, tal y como lo imaginé.
Nada puede ser peor de lo que ya. Es increíble que siempre sea así, y que nada resulte como quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario