Libertad...

Otra vez me vi aquí escribiendo y pensando... ¿Qué será de ti ahora?
No sé cuántas vidas deberán pasar para que me vuelva a encontrar en aquel lugar en el que me gustaba estar... o mucho peor, cuántas otras para poder olvidarte.
No quiero caer otra vez... pero a veces resulta tentador volver a dejarme llevar por mis impulsos y poder tenerte cerca, por al menos, unos pocos segundos...
Nadie sabe qué siento en ese momento en el que te veo... nadie entiende que se siente haber actuado bajo la ensoñación misma como si estuviese debajo del efecto de alguna droga...
Otra vez caigo en ti, olvidando por momentos el camino que debía seguir y que abandoné.
¿Me llevas lejos, por favor? No quiero estar aquí sufriendo porque no estás...
Las alas no me son suficiente para volar, porque mi vuelo no me dirige a ninguna parte... porque el cielo no es tan inmenso como otros creen... porque vuelo más aquí inmóvil que con alas verdaderas.
Cierro los ojos y trato de recordar tu última sonrisa, tus ojos brillantes y la voz que me decía que me quería.
¿Qué pasó con todo eso? ¿Dónde te perdí?
¿Hacia dónde va la vida? ¿Hacia dónde vas tú?
Cuando abra los ojos, tal vez pueda verte ahí, mirándome... o puede que no te vea esperándome despertar.
Busco tus huellas una y otra vez por infinitos caminos... ¿Dónde estás?
En mi mente, tal vez... esperando la libertad, esperando que yo deje de pensarte, y te deje libre.
¡Cómo te necesito! !El mundo es demasiado chico y no hay nadie más...!
Afuera está soleado, pero a mí no me importa en absoluto lo que él pueda iluminar... ¿Cuál es la diferencia entre un día nublado y uno soleado? Todos son iguales porque no estás conmigo para compartirlos.
Despierto cada mañana sin saber por qué... mis ojos ven y no saben para qué... mi corazón late por costumbre...
Si cierro mis ojos, puede que te vea otra vez dando vueltas en mi cabeza... o puede también que sea la última vez que los cierre.