Dios no me permite poder hacer más de lo que hago... sólo pienso que sería lindo que algo de todo lo que hice funcionase.
Todo siguió igual, los resultados fueron los mismos. Nada cambió a excepción de mí.
Tal vez ya es hora de dejar atrás los miedos, las derrotas y hasta las viejas victorias.
¿Dije ya que nada cambió? ...por más esfuerzo que yo empleara.
Casi con una velcidad que me aterra desperté del letargo en el que me encontraba inmersa. Vi todo, pero tapé mis ojos lo más rápido que pude, porque no quería ceer lo que veía.
No quise ver. Volví a reprimir todo lo que luego me costó sacar nuevamente. La sombra de la que tanto hablaban los filósofos sehabía apderado de mí.
Pero ya no más. Desperté y me vi imposibilitada a cambiar o que veía.
Ahora es al revés: todo cambió a excepción de mí.
No sé exactamente si es peor o no...
Todo se volvió frío y oscuro. Yo no cambié porque nunca me sentí perteneciente a esa parte del mundo que yo quería cambiar..
Creo que el mundo me cambió a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario